Carta de Jorge Rojas a los estudiantes de la Facultad

Estimados alumnos y alumnas
Facultad de Ciencias Sociales

Comienza una nueva fase de las demandas y movilizaciones por un cambio cualitativo en la educación superior, que obliga a reflexionar sobre los avances y la forma de seguir avanzando.

El Estado chileno debe asumir la responsabilidad que le corresponde en el sustento económico y normativo de la educación en todos sus niveles, incluyendo la universitaria. Al respecto, se debe reconocer que el movimiento estudiantil ha logrado que la sociedad chilena reconozca esta necesidad histórica, indispensable para alcanzar un orden social justo, democrático e inclusivo.

Nuestra Facultad de Ciencias Sociales, sus profesores, estudiantes y personal no académico, han comprendido esta situación y han apoyado decididamente las movilizaciones y sus demandas. Lo mismo hace la Universidad de Concepción, la que desde su nacimiento ha luchado por contribuir mediante sus investigaciones, la formación profesional, su visión y misión al desarrollo equitativo, democrático, pluralista y solidario de la sociedad.
Seguiremos en esta senda.

La Facultad es una comunidad de docentes, estudiantes y personal no académico basada en objetivos e intereses comunes en función de la misión de nuestra Universidad. Aún cuando puedan existir conflictos y los hemos tenido en el último tiempo – nada nos puede ni nos debe apartar del camino conjunto, de la comprensión, la confianza y el mutuo respeto, valores indispensables para seguir adelante, para consolidarnos como una comunidad al servicio de la sociedad.

Una relación y convivencia de comunidad no permite que una parte se imponga sobre la otra ni mucho menos que impida su participación como sujeto activo de la misma. La democracia se basa en el intercambio de energías, iniciativas y participación en la toma de decisiones. La democracia rechaza la exclusión, es siempre inclusiva e integradora de voluntades. La democracia es al mismo tiempo un proceso de aprendizaje y de enseñanza, en el que se pueden cometer errores, pero donde también se pueden rectificar.
Estos meses de movilizaciones, tomas y paralización de actividades de la Universidad han sido y siguen siendo difíciles. Los profesores se sienten menoscabados en sus derechos por haber sido impedidos de acceder a sus oficinas, a pesar de que el movimiento se dirige en lo central en contra del Estado y del Gobierno.

La justa lucha por lograr la gratuidad de la educación, mayores aportes basales para las universidades tradicionales del CRUCH, fondo de revitalización, democratización de las instituciones, desmunicipalización, el fin del lucro y otras demandas, sin duda, se prolongará aún en el tiempo. La CONFECH reconoce que no todo se logrará de inmediato, tratándose de un sistema que lleva décadas de imposición, no obstante, esperamos, habrá mejoras significativas.

Por lo mismo que sabiendo que este camino será largo, complejo y que necesitamos de la unidad y la voluntad de toda la comunidad que forma parte de la facultad y de la universidad, solicitamos a los estudiantes tengan en consideración lo siguiente:

Primero: Que se permita el ingreso de los profesores y del personal no académico a sus oficinas de trabajo. Esta petición se ha hecho en reiteradas ocasiones. En otras facultades los profesores cuentan con estas facilidades y la FEC ha favorecido estas medidas. No existe ninguna razón que a esta altura del movimiento justifique esta medida coercitiva. Cabe mencionar que a pesar de las condiciones precarias, los profesores y personal no académico han continuado trabajando en beneficio de los estudiantes.

Segundo. Que se analice la conveniencia de iniciar a la brevedad las actividades académicas del segundo semestre, compatibilizándolas con las movilizaciones. Hoy es posible y necesario combinar ambas actividades. La universidad y la Facultad garantizan días y horas libres (sin clases ni evaluaciones) para que organicen y participen en movilizaciones.

Esta medida permitirá garantizar que los estudiantes mantengan su condición de alumno/a regular y sigan percibiendo becas y beneficios públicos. De hecho ya la mayoría ha ratificado la inscripción de asignaturas. Pero, al fin del segundo semestre la Universidad deberá nuevamente emitir un informe académico al MINEDUC para rendir cuenta de los estudiantes que han recibido el servicio académico correspondiente. La lucha por mejorar las condiciones de educación no debe perjudicar personalmente a los estudiantes ni a la universidad.

Permitirá también una renovación y fortalecimiento del movimiento, al incorporar cientos de estudiantes que por diferentes razones se mantienen alejados de las movilizaciones.

Tercero. Como Facultad hemos dado muestras concretas de la voluntad de generar instancias democráticas mediante la incorporación no sólo de los estudiantes al Consejo Directivo (desde hace varios años), sino también del personal no académico (a partir de 2011). Hemos creado un Consejo Directivo Ampliado como una instancia triestamental, que a la fecha, ya está funcionado. A dicha instancia se han incorporado representantes de las cinco Carreras y dos representes del personal no académico.

Asimismo hemos propuesto elaborar, de manera conjunta con los alumnos/as, un programa permanente de reflexión crítica mediante la dictación de conferencias, debates públicos y seminarios para analizar la coyuntura nacional y tener una visión profunda y actualizada del conflicto y otros temas que sean de interés colectivo.

Cuarto. La no iniciación de las actividades académicas tiene consecuencias críticas.

En primer lugar, pone en peligro el acceso a los beneficios estudiantiles, que se deciden en forma semestral.

En segundo lugar, si se llegasen a dictar de manera paralela, el segundo semestre de 2011 con el primero de 2012 (como ocurriría de mantenerse por un tiempo prolongado el paro), sería muy difícil atender el volumen de la demanda en docencia (problema de salas y de docentes disponibles).

En tercer lugar, existe el peligro real de pérdida de estudiantes (nuevos y antiguos), los que desencantados por la falta de clases, suspenderían estudios (como ya está ocurriendo), emigrarían o simplemente preferirían ingresar a instituciones privadas, esta vez favorecidas por las políticas del Gobierno que prioriza el subsidio a la demanda. En el caso de que el movimiento estudiantil y la oposición en el Parlamento no logren cambiar la política educacional contenida en el proyecto de Presupuesto 2012, las privadas se verán claramente favorecidas por: i) Un crédito con el aval del Estado que se reduciría de cerca un 6% (actual) a un 2% (igualándose al crédito solidario); ii) Un incremento considerable de becas Gómez Millas (375%) que favorece a los estudiantes de las privadas; iii) Los aportes basales y las becas Bicentenario para estudiantes del CRUCH se mantendrían sin aumento.

En este escenario todos perderíamos considerablemente, por lo que hacemos un llamado a reflexionar y cambiar la orientación de la movilización, toda vez que las universidades del CRUCH, incluida la nuestra, podrían paradojalmente quedar peor de lo que estaban, antes de iniciarse el movimiento estudiantil.
Estimados estudiantes, apelamos al compromiso e identidad con la Facultad de Ciencias Sociales y con la Universidad de Concepción.\n
Defendamos la Facultad y la Universidad sin abandonar las movilizaciones ni los estudios.

Dr. Jorge Rojas Hernández
Decanato
Facultad de Ciencias Sociales

Barrio Universitario, 2 de noviembre 2011

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