Clarita Müller Plattenberg, «yo fui una niña desaparecida»

Clarita Müller entrevistada en las oficinas del Decanato.

La socióloga alemana Clarita Müller Plattenberg vino a la Universidad de Concepción para enseñar sobre economía solidaria. Le solicité cambiar el tema y que hablásemos acerca de su padre, ejecutado en la horca por los nazis luego del atentado del 20 de julio de 1944 contra Hitler. Aceptó.

El padre de Clarita, el Dr. Adam von Trott zu Solz, abogado y diplomático de carrera, participó muy tempranamente en la Resistencia contra el régimen hitleriano. Junto a profesores, sindicalistas, pastores religiosos protestantes y católicos, periodistas, oficiales Ejército y muchas otras personas, dio desde el interior una dura y riesgosa lucha para liberar a Alemania. “Querían una sociedad nueva para Alemania, la misma preocupación existía en esa época en la resistencia italiana, tenemos hasta documentos que lo demuestran”, refiere Clarita.

El Dr. Von Trott, padre de la socióloga.
El Dr. Von Trott, padre de la socióloga.

Von Trott participó activamente en el Grupo de Kreisau (civiles opositores al régimen nazi, inició su actividad en 1940) y fue amigo del coronel Claus von Stauffenberg, quien, el 20 de julio de 1944, pusiera una bomba bajo la mesa en que el dictador revisaba mapas junto a sus oficiales, en el cuartel conocido como la Guarida del Lobo. Hitler salió ileso y muy airado. De inmediato ordenó feroces represalias en las que unas cinco mil personas fueron ejecutadas, entre ellas Adam von Trott. Fue llevado a juicio el 15 de agosto, condenado a muerte y ajusticiado el 26 del mismo mes. Clarita tenía nueve meses de edad.

Luego de eso detuvieron a las familias, “yo fui una niña desaparecida”, afirma. El régimen tomó venganza de los patriotas basado en el concepto sippenhftung, una política que el nazismo explicó señalando que los antiguos germanos actuaban de igual manera, eliminando también a los familiares y parientes de sus enemigos. Otro dictador, Stalin, adoptaría posteriormente el salvaje modelo en su país.

“Mi experiencia en la post guerra alemana fue que yo estaba en la escuela y tenía profesores nazis. Sólo después supe que los otros estudiantes pensaban que éstos eran raros conmigo, por lo cual yo podía ser judía”. Esos profesores, con seguridad, conocían quién era Clarita.

El Dr. Trott ante el tribunal nazi.
El Dr. Von Trott ante el tribunal nazi.

De niña y adolescente comenzó a escuchar en casa relatos de lo ocurrido con su padre y los efectos sobre la familia.”Lo que sentí en la Alemania de post guerra fue que no hubo una desnazificación consecuente y por lo tanto costó muchos años para que la Resistencia Alemana fuese reconocida como tal. Pasaron muchos años para que hubiera un trabajo de recuerdo como lo conocemos en muchos países que han sufrido un facismo fuerte”. Reseña que después de la guerra los políticos se articularon señalando “qué gente más fina, qué gente más noble, qué gente más comprometida con su país fueron aquellos que hicieron la Resistencia y fueron ejecutados”.

Su madre comenzó a hablar de lo ocurrido cuarenta años después. Clarita hasta hoy escucha cosas nuevas. La explicación para tanto silencio al respecto, “por un lado parece que fue para protegerse. Yo, por ejemplo, no sabía la profesión de mi padre porque realmente no hablamos de eso. Yo estaba con mis abuelos”.
A Clarita y a su hermana Verena se les adjudicó nuevos nombres y un apellido y permanecieron un tiempo alejadas de la familia. No se explica aún con claridad por qué las devolvieron. “No se sabe qué influyó, yo tengo mis hipótesis, había negocios detrás, esa puede ser una posibilidad. Otra es que ellos estaban con miedo, qué iba a pasar después si ellos cometían esas atrocidades. Nosotras éramos muy chicas, yo nueve meses y mi hermana un poco más. A los niños de mayor edad los iban a trasladar a campos de concentración pero no pudieron hacerlo porque los bombardeos aliados destruyeron las vía férreas”.

Al doctor von Trott se le recuerda hoy en Alemania. Un centro cultural lleva su nombre en Hessen. La actitud heroica de civiles y militares miembros de la Resistencia salvajemente asesinados por los nazis se tiene presente. La historia se ha encargado, sin embargo, de señalar que el movimiento como tal no fue reconocido a su debido tiempo por los Aliados y que sólo ha poco la propia sociedad alemana ha comenzado a ponderar lo relevante de su acción, incluidos los sectores castrenses

profesor Hugo Olea M   Depto. Comunicación Social

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