Alexander Lipschutz y el indigenismo interamericano y chileno

Artículo redactado por los académicos Jorge Vergara (Universidad de Concepción) y Hans Gundermann (Universidad Católica del Norte), investigadores del proyecto Fondecyt N°1141077 “Estado y violencia hacia los pueblos aymara, atacameño y mapuche (1883-1990)”.

La obra de Alexander Lipschutz (1883-1980) es ampliamente reconocida por sus aportes al conocimiento y valoración de los pueblos indígenas en Chile y América Latina, los que lo convirtieron en la principal figura de la antropología nacional en las décadas de 1940 a 1970.  En cambio, su contribución al desarrollo y difusión del indigenismo interamericano en su doble vertiente: antropológica y política,  ha merecido mucho menos atención. Lipschutz no fue únicamente un gran estudioso de la temática indígena, sino que también un relevante promotor de la causa indigenista, desplegando durante poco más de cuatro décadas un triple esfuerzo en esta orientación, desde la publicación de  Indoamericanismo y raza india, en 1937, hasta su muerte, en 1980.

Pueden así distinguirse tres grandes campos interrelacionados de interés respecto del indigenismo, en los cuales el sabio letón – científico natural de formación y autodevenido antropólogo ya en suelo chileno- hizo otros tantos aportes. El primero está relacionado con el Instituto Indigenista Interamericano (III); el segundo con la formación y desarrollo del Instituto Indigenista Chileno, organismo no gubernamental creado para difundir el indigenismo nuestro país; y el tercero con el mundo mapuche y sus luchas.

En el primer caso, Lipschutz mantuvo fluidas relaciones con los pensadores y autoridades superiores del III desde su participación en el I Congreso Indigenista de Pátzcuaro, en México, en abril de 1940. Especialmente importante fue el intercambio epistolar con Manuel Gamio, Director del III durante más de dos décadas, y también con Luis Chávez Orozco, Alfonso Caso, Gonzalo Aguirre Beltrán e inclusive, con John Collier,  Director de la Oficina de Asuntos Indígenas de Estados Unidos durante las dos presidencias de F. D. Roosevelt (1933-1945). Lo fundamental fue, sin embargo, la publicación de artículos y el envío de  información sobre la realidad indígena chilena al III, que aparecían en sus revistas (Boletín Indigenista y América Indígena) o que el Instituto utilizaba en sus informes. En efecto, entre 1948 y 1971, Lipschutz publicó en América Indígena 5 artículos de su autoría, una nota sobre el Instituto Indigenista Chileno y una reseña de un libro de Juan Comas, además de él mismo haber sido reseñado tres veces.

Por otro lado, Lipschutz formó parte del Instituto Indigenista Chileno, creado en 1949 por personas del mundo académico-cultural, altos oficiales del ejército – especialistas en geopolítica – y profesionales mapuches. Aun cuando ostentó exclusivamente la calidad de miembro honorario y, en consecuencia, nunca ejerció en él cargos directivos, fue sin duda su figura más destacada por el extraordinario prestigio intelectual del que gozaba dentro y fuera de nuestro país. A inicios de la década de 1960, en el marco de la visita a Chile del Presidente del III de la época, Miguel Angel Portilla, el III buscó que el IICh fuese reconocido como organismo oficial, lo que finalmente no se logró.

La tercera línea en torno a la cual ejerció Lipschutz su labor indigenista está entremezclada con las dos anteriores y se refiere a la relación con algunas organizaciones mapuches, particularmente la Sociedad Unión Galvarino, de Santiago, y la Corporación Araucana. Esta última fue la de mayor gravitación política en las décadas de 1940-1950 y, posiblemente, de todo el siglo XX. Lipschutz colaboró con ellas en apoyo a sus demandas y luchas, generalmente en el marco del IICh. Así, fue convocado a colaborar en septiembre de 1959 en la oposición que diversas organizaciones indígenas estaban llevando a cabo sobre el anteproyecto de reforma legal del D.F.L. N° 4111 – que derivó en la ley indígena N°14511-.  Junto al Instituto Indigenista Chileno, Lipschutz se unió a los esfuerzos de la Corporación Araucana en el intento de crear una entidad única, el Movimiento de Unificación Araucana, buscando tener mayor fuerza frente al Estado y sus políticas. Fue una iniciativa que no tuvo éxito, pero que corrobora su papel como intelectual comprometido con el mundo mapuche y sus luchas.

Finalmente, este breve recuento nos muestra un Lipschutz cuyo pensamiento antropológico estuvo firmemente anclado en una práctica política e intelectual que lo vinculó estrechamente a las ideas y políticas indigenistas interamericanas (y no solo chilenas), y dentro de las cuales ocupó siempre posiciones avanzadas.

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