Ante los relevantes acontecimientos que están sucediendo desde los últimos días en nuestro país, las académicas y los académicos de la Carrera de Antropología de la Universidad de Concepción abajo firmantes, creemos necesario y urgente pronunciarnos sobre las demandas ciudadanas y los graves hechos de violencia acaecidos en nuestro país.
Hace años y desde muy diversos ámbitos de la sociedad se evidencian las lacerantes desigualdades sociales, económicas y políticas presentes en Chile, ya sea en términos de clase social, género, etnia, racismos y edades o generaciones. Aquello repercute en las condiciones de vida concretas para una gran mayoría de la población, impidiendo el acceso a condiciones de vida dignas y a participar de manera plena de una educación, una salud y un trabajo de calidad, así como de un medio ambiente libre de sobreexplotación de recursos naturales y contaminación.
Frente a aquello consideramos que las demandas levantadas desde la ciudadanía son justas y merecen una importante reflexión y acción desde los diversos agentes sociales que conforman el país. En este sentido, manifestamos que sólo mediante el respeto y cuidado de los derechos humanos es posible llevar a cabo diálogos y movilizaciones pacíficas, que logren generar transformaciones profundas en vías de una sociedad más justa y equitativa, ayudando a fortalecer la democracia y promover el bienestar social de las actuales y futuras generaciones. Rechazamos así, toda forma de violencia, muy particularmente la que se ejerce sistemáticamente sobre la ciudadanía toda por un sistema económico y social fundado en la desigualdad y la exclusión.
Es primordial que el Gobierno ponga fin al Estado de Excepción y al toque de queda, retirando inmediatamente a los militares de las distintas regiones del país donde se han desplegado. Estas medidas, con la excusa de resguardar el orden público, restringen la libertad de movimiento y de expresión de la ciudadanía. Creemos que las acciones impuestas por el gobierno no ayudan a la paz y bienestar social, por el contrario, reviven momentos históricos traumáticos para varias generaciones y somete a una generación joven a estar marcada nuevamente por violaciones a los derechos humanos, en un marco de vulneración de libertades básicas, poniendo en riesgo el Estado de derecho y la democracia.
Asimismo, lamentamos profundamente la pérdida de vidas humanas, a cuyas familias hacemos llegar nuestras sinceras condolencias. Además, repudiamos la gran cantidad de heridos que la represión desatada está dejando como saldo, así como detenciones arbitrarias, abusos y vejámenes sexuales denunciados en centros de detención contra mujeres y jóvenes. Llamamos a las autoridades a disponer la realización de investigaciones judiciales o administrativas sobre estos hechos. A su vez, consideramos que la responsabilidad por el resguardo del orden público no puede conllevar en ningún caso la violencia o el abuso del uso de la fuerza contra personas. Y, somos enfáticos en señalar lo perjudicial de este tipo de situaciones para el tejido social, en particular para las familias y las personas que han sido y son afectadas por los actos de violencia y que han visto vulnerados sus derechos.
Queremos manifestar también, en particular, a la comunidad académica, así como a los actuales y futuros estudiantes -quienes son los que tomarán las decisiones en un tiempo más- que siempre recordemos la responsabilidad social que tenemos al ejercer nuestra vocación. En nuestro caso, desde la investigación académica y la docencia, creemos que el conocimiento generado, debe ser construido a partir de continuos diálogos con la comunidad, y en conjunto con su enseñanza, deben estar vinculados a la realidad biosociocultural; conscientes que cumplirá un rol social, siempre y cuando se ponga a disposición de las comunidades y agentes sociales
En este despertar, como la etnografía enseña, estamos aprendiendo a deletrear la forma y el sustento de una nueva manera de relacionarnos en nuestros círculos de trabajo, sociales y familiares. Esta apertura y este reconocimiento es la primera y evidente lección que esta movilización ciudadana nos entrega. Seguir participando en la producción y cosecha de esta riqueza es la disposición que hoy manifestamos ante nuestra comunidad más inmediata, a las estudiantes y los estudiantes de nuestra carrera, a sus funcionarios y funcionarias, a las colegas y los colegas y estudiantes de nuestra Facultad y de la Universidad en general. Por lo tanto, como cuerpo académico, de profesoras y profesores, nos ponemos a disposición de la comunidad con el fin de lograr ser un aporte y apoyar para que esta crisis se torne en reales beneficios para nuestro país.
Concepción, octubre de 2019.
Andrea Aravena Reyes | Pedro Andrade Martínez | Alejandro Clavería Cruz | Daniela Leyton Legües | Gabriela Martínez Muñoz | Josefina Urrea | Jorge Vergara Del Solar
Paula Cisterna | Pablo De La Cruz Nassar | Rolando Nuñez Pradenas | Carolina Barros Tavares Peixoto | Ingrid Rodríguez Fuentealba | Aracely Veloso San Martín