Con un balance de la situación actual de la Universidad entregado por el rector Sergio Lavanchy a los decanos, videcanos, y directores académicos por una parte, y los jefes administrativos, encargados de edificios y laboratorios, auxiliares y el equipo de manejo de materiales peligroso MAPTEL por otra, se continúan normalizando las actividades en esta casa de estudios.
Lavanchy, junto con saludar a cada uno de los funcionarios presentes en la ocasión y desearles que hayan ido superando los problemas ocasionados por el terremoto, señaló que hasta el momento sólo había información sobre una víctima fatal que lamentar, se trata de un estudiante de Medicina Veterinaria del Campus Chillán y que no hay fallecidos entre el personal académico y administrativo.
“La Universidad está dañada pero no está en el suelo ni devastada” dijo el rector animando al personal a reconstruirla. Sólo hay dos edificios destruidos, una parte de la facultad de Ciencias Químicas a raíz del incendio que la afectó y la estación de Biología Marina de Dichato. Otros como la facultad de Odontología requieren reparaciones mayores, pero en general el comportamiento de las estructuras fue satisfactorio, indicó el director de Servicios, Franz Dechent.
Durante esta semana se continuará con la habilitación de los edificios, para el lunes 15 llamar al personal académico y administrativo a reintegrarse. Se trabajará en las reparaciones del Jardín Infantil (CEDIN) que tiene daños menores para permitir a los trabajadores integrarse dejando a sus hijos en un lugar seguro. El retorno a las actividades académicas con alumnos se mantiene para el 5 de abril.
Los daños aún se están evaluando, pero en una estimación preliminar se piensa en unos 50 de millones de dólares. La Universidad acudirá al estado y a la solidaridad internacional para recuperarse.
Las autoridades insistieron en que la primera prioridad es la seguridad de su personal, por lo que se mantendría cerrado el acceso a los edificios hasta que se habiliten los servicios básicos de agua y luz en cada uno de ellos.
Se recalcó que no obstante lo anterior, que la capacidad operativa de la Universidad no se ha visto afectada de modo irrecuperable y que una vez efectuadas las reparaciones a la infraestructura física se deberá retornar progresivamente a la normalidad.
Concepción, 8 de marzo de 2010.