Escrito por Francisca Heredia y Fernando Fierro
El pasado 21 de abril, se informó que los y las trabajadores sociales no estaban considerados en el Proyecto de Ley sanitaria, hecho que alertó y despertó malestares en la comunidad.
Esto provocó que el pasado 5 de mayo, una delegación conformada por profesionales de trabajo social, representantes del Colegio Profesional, directora y jefa de carrera y una delegación de académicos y estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Concepción, junto a integrantes de otras universidades de la comuna, manifestaron a través de una carta su rechazo frente a este hecho.
La Dra. Daisy Vidal, docente del departamento de trabajo social y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales, comentó que “la recepción fue bastante positiva. Se nos ofreció todo el apoyo para vincularnos con otras autoridades de la región, pues estaban asombrados de lo que estaba pasando con esta propuesta de ley”.
Es importante destacar que en la reunión la delegada presidencial no se encontraba presente, pero fueron atendidos por la persona que la subroga, quien mostró una muy buena disposición y sorpresa con respecto a lo que sucede con el proyecto de ley.
Entendiendo la salud integral
Claudia Castillo, coordinadora de docencia de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Concepción, precisó que “nosotros como profesionales aportamos al bienestar de las personas, en equipos de salud, trabajos de la organización, trabajos con grupos de apoyos, atención directa de pacientes y el trabajo desarrollado para la salud mental. En todos estos ámbitos siempre está presente un trabajador social. Aportamos con la estructura misma de la estrategia de atención primaria”.
Por otra parte, siguiendo con el cuerpo docente de la Universidad de Concepción, Carla Vidal, jefa de carrera de Trabajo Social, sostuvo que no incluir a las y los trabajadores sociales, significa un retroceso en la atención integral, pues se pierde el enfoque biopsicosocial, ya que se interviene en su entorno y se enfoca en el sector biomédico. Como consecuencia de lo anterior, sólo se reconoce a la persona como alguien que necesita atención porque está enferma, mientras se ignoran otros factores que rodean a las personas y que pueden impedir la intervención multidisciplinaria, aislando a la persona de redes de apoyo e impide buscar una solución y acciones que lleven a un tratamiento completo y sostenible con el tiempo.
El trabajo social implica una labor fundamental para las comunidades y sus círculos, donde se interviene de manera que se logre un bienestar individual y social, donde se brinda una ayuda integral, además de entregar una guía sobre los derechos y las redes disponibles.
Acciones como estas son importantes al momento del desarrollo y formación de la profesión, colaboradores y participantes. Más allá de la inclusión o no, se habla del respeto y reconocimiento de la labor para la comunidad.