Expertos comparten análisis sobre salud mental en Chile en sexta versión de Diálogos del Presente

En una nueva versión de los Diálogos del Presente, un grupo de especialistas conversó acerca de las condicionantes sociales, la necesidad de mejorar la atención y de buscar un entendimiento integral de lo que implica la Salud Mental para lograr una mejor prevención y tratamiento de quienes sufren alguna condición de este tipo.

Este diálogo, si bien estaba programado con antelación a la crisis social que afecta al país, no dejó de estar cruzado por la contingencia, dado que la necesidad de una mejor atención en salud mental ha sido uno de los temas que han surgido como demanda.

En ese contexto, se reunieron en la UdeC las académicas y psicólogas Sandra Saldivia, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental UdeC, y Pamela Grandón, del Departamento de Psicología, además de Matías Irarrázaval, jefe del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud.

Bajo el tema “Salud Mental en Chile”, los profesionales abordaron la forma en que se ha trabajado el concepto de Salud Mental (asociado a las patologías), la alta prevalencia de este tipo de enfermedades en Chile y los problemas de recursos en el sistema de salud público, y las condicionantes sociales que influyen en un alto nivel de frecuencia de problemas o patologías en esta materia.

“Lo que hace la Universidad es continuar con su política de poner temas relavantes para la sociedad y abrir la discusión”, señaló el Vicerrector UdeC, Dr. Carlos von Plessing Rossel. Sobre el tema, señaló que es de gran interés porque “la sociedad siente que hay una exigencia mayor hoy y eso estresa; no siempre están dadas las condiciones en el ámbito laboral. Y en el ámbito universitario nuestros estudiantes lo han hecho presente, el año pasado levantaron este tema en sus movilizaciones. La universidad ha estado abocada a implementar las políticas de apoyo para ver que solución le podemos dar a este tema”.

Poco presupuesto

El jefe de Salud Mental del Ministerio de Salud comentó que, a la luz de las movilizaciones sociales, es importante relevar las necesidades que tiene el sistema en esta materia. “El 2% del presupuesto de salud se dedica a salud mental, para condiciones que tienen una prevalencia en la población que es mucho mayor. Uno de cada cinco chilenos sufrió de una enfermedad de salud mental el ultimo año”. Por ello, señaló que parte del malestar social tiene que ver con contar con mejor acceso y soluciones. Entre las acciones concretas para mejorar el sistema de salud, señaló que es necesario tener una buena atención en el sistema primario, con “un servicio que esté más cercano a la población, que sea comunitario y que permita una recuperación adecuada”.

Asimismo, señaló que es necesario atender al ciclo vital de las personas, entendiendo que los problemas pueden ser distintos y pueden verse agravados por condiciones del entorno. Puso como ejemplo el caso de los adultos mayores, quienes tienen la tasa de suicidio más alta en Chile, cuyos problemas se ven afectados por condiciones como la soledad o las bajas pensiones.

Estas condiciones sociales fueron también abordadas por Pamela Grandón, quien señaló que existen elementos estructurales que afectan la salud mental de los chilenos, como por ejemplo, la desigualdad. Sobre el momento actual, apuntó que muchas personas están viviendo situaciones de estrés, explicadas por la incertidumbre. “Esto nos obliga a estar reacomodando la cotidianeidad para poder hacer frente a las demandas diarias”. Para enfrentar esta incertidumbre, “es importante que recurramos a nuestros vínculos sociales, el apoyo social siempre favorece la salud mental de las personas”.

Una postura similar sostuvo Sandra Saldivia, quien señaló que sobre todo en estos días de tensión social, “es posible que se puedan producir encuentros poco agradables. Una forma de enfrentarlos es dar espacio para que la gente pueda conversar de lo que está pasando y vincularse. Lo otro es entender que todos estamos complicados en estos días”.

Respecto a temas de más largo plazo, indicó que una de las tareas de las universidades es abordar los problemas de salud mental de los estudiantes, un asunto que surgió con fuerza en las últimas movilizaciones. Para ello, explicó, no solo es necesario aumentar las horas de atención de especialistas, sino también contener el malestar a través de apoyo social y redes. “Nos interesa hablar más de malestar psíquico que de patología, porque eso sería hacer un diagnóstico y no todo lo es”.

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