Según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, en Chile alrededor de uno de cada quince adultos mayores presenta depresión, enfermedad que la Organización Mundial de la Salud, OMS, define como un trastorno mental frecuente que en su forma más grave, puede conducir al suicidio.
Como muestra el informe de estadísticas vitales 2015, elaborado por el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las personas mayores de 70 años presentan las tasas más altas de suicidio en nuestro país.
En la depresión confluyen factores sociales, psicológicos y biológicos; se caracteriza por la presencia de tristeza y falta de interés en las cosas, acompañado de pérdida de energía o de sentimientos de culpa, de minusvalía, trastornos del sueño y/o del apetito, dificultades para pensar, entre otros síntomas y que, en el caso de las personas mayores conviven con sintomas físicos presentes.
Muchas veces los profesionales de la salud -y los mismos pacientes – atribuyen estos síntomas al proceso normal de envejecimiento y, por esta razón, podría existir un mayor número de personas que no están recibiendo tratamiento adecuado. Los especialistas concuerdan que frente a éste y otros trastornos mentales, el gran desafío es la prevención.
La Dra.Sandra Saldivia, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, explica que “el envejecimiento de nuestra población es un tremendo reto para las políticas públicas del país. Los estudios epidemiológicos nacionales, algunos de ellos desarrollados por investigadores de esta Facultad, entregan evidencia suficiente respecto de la prevalencia y de la carga de enfermedad que representan los trastornos mentales para el país”.
Como un país con un presupuesto escaso para tratar los problemas psiquiátricos y de salud mental, “nos va a costar muchísimo responder a esta demanda. Por eso tenemos que llegar antes, y ahí aparece el énfasis y la necesidad de la prevención”, advierte.
Saldivia lidera un proyecto Fondecyt que tiene como finalidad diseñar, implementar y evaluar una intervención psicosocial para prevenir ansiedad y depresión en adultos mayores que consultan en centros de atención primaria en salud (APS). La investigación es un trabajo colaborativo del grupo de Investigación en Salud Mental Pública (Isamep), conformado por académicos y académicas de la Facultad de Medicina y el Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de la UdeC, orientado al diseño, prueba y transferencia de intervenciones que pudieran ser beneficiosos para la comunidad.
“Primero, con la evidencia que encontramos sobre prevención en adultos mayores, junto a Carolina Inostroza, Paulina Rincón, Félix Cova y estudiantes de doctorado, diseñamos un programa de intervención que llamamos “Vida Activa” y lo implementamos, en formato de talleres grupales, entre agosto y diciembre de 2018 en 15 centros de salud de Chiguayante, Talcahuano, Concepción y Hualpén. Este año, nos toca evaluar nuestra intervención es decir, ver de qué manera impactó la participación de nuestros talleres en los adultos mayores”, contó.
“Vida activa” considera el cuidado de la salud física y mental e incluye tres áreas. La primera, el entrenamiento cognitivo, consiste en actividades que estimulan ciertas funciones como la memoria, comprensión y orientación temporal y espacial. También se trabaja en promover la ampliación de la red de apoyo social de los adultos mayores, pues brindan contención emocional, entre otros beneficios, y son fundamentales para una buena calidad de vida en todas las personas y, por último, se utilizan técnicas cognitivo-conductuales que buscan modificar desde la conducta ciertos procesos psicológicos, o viceversa, por ejemplo a través de ejercicios de respiración alcanzar la relajación.
El equipo de investigadores de Isamep ya cuenta con un programa que está ofreciendo ayuda a la comunidad regional, gracias a alianzas con Integra y Junji. Se trata de “Día a día UdeC”, programa de entrenamiento parental que permite fortalecer prácticas apropiadas para prevenir o intervenir tempranamente en problemas y trastornos de conducta y está dirigido a padres y cuidadores de niños preescolares.
“Día a día UdeC” es un ejemplo exitoso de transferencia de conocimientos hacia la comunidad que se inicio con el apoyo de la Universidad el año 2009, a través de un proyecto interno de la Vicerretoríaa de Investigación y Desarrollo (VRID), concretando su implementación y evaluación gracias a un Fondecyt, en 2012, y Fondef Idea 2014 y 2018, proceso que ha dado lugar a varios artículos científicos publicados.
