A los 87 años, dejó de existir el profesor Hernán Osses Santa María, destacado periodista de Concepción y formador de decenas de generaciones de profesionales, tanto en la carrera de periodismo de la Universidad de Concepción, como en los distintos medios en que se desempeñó.
En 1947, con solo 17 años y mientras cursaba sexta preparatoria (el actual cuarto medio), don Hernán comenzó a trabajar como periodista deportivo en la antigua Radio Simón Bolívar, pasión que siguió desempeñando cuando ingresó a estudiar Pedagogía en Español a la Universidad de Concepción. Cuatro años más tarde, siendo estudiante universitario, fue contratado por el diario La Patria, cuya sección deportiva era dirigida por uno de los grandes periodistas chilenos de la época, Luis García Díaz, “El Maestro”, quien años más tarde, en su autobiografía, calificaría a Osses como el periodista más talentoso que había llegado a su redacción.
En 2011, el profesor Carlos Basso entrevistó varias veces a don Hernán, lo que daría lugar más tarde a “Crónica de un secuestro”, relato ganador del concurso de crónicas de El Mercurio 2016 e incluido en el libro “La memoria del día”, en el cual el profesor Osses explicaba su paso de la radio al papel: “me interesó el diseño, la presentación, el mensaje, la valorización de las noticias, la posibilidad de diseñar, de jugar con los títulos, con las fotos”.
En poco tiempo ascendió a jefe de crónica. Luego de ello entró a otros diarios, siempre en cargos de editor. Estuvo en Crónica, La Patria y en El Sur, donde llegó a ser jefe de informaciones, al tiempo que ejercía como profesor en la naciente escuela de periodismo de la Universidad de Concepción.
En 1969 era, además, Director de Noticias de la Tarde, un vespertino que publicó varias investigaciones periodísticas que fueron consideradas lesivas por parte de un sector del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), por lo cual un grupo de miristas lo secuestró en junio de 1969, en lo que fue el primer plagio político en el Chile del siglo XX, el cual tenía por objetivo de conseguir los nombres de sus fuentes informativas.
El escándalo que este hecho generó significó el nombramiento de un ministro en visita y el alejamiento del MIR de varios de los intelectuales que habían concurrido a su fundación en 1965, quienes no estaban a favor del uso de la violencia.
Poco después de estos hechos, Osses fue contratado por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), en Ecuador, pero a mediados de los ’70 regresó a Chile, asumiendo como director de los diarios La Discusión y Austral de la Araucanía. En los años ‘80 fue editor en Radio Nacional y posteriormente en Bío Bío, donde se desempeñó hasta 1993, cuando asumió la dirección del diario Hora 12, que sobrevivió un año.
Luego de ello, fue recontratado como profesor en la carrera de periodismo de la UdeC, donde destacaba no solo por su gran experiencia periodística, sino también por su vasta cultura y por su amor hacia el cine, tema sobre el cual escribió toda su vida y respecto del cual dictó varias asignaturas.
Le sobreviven su esposa, doña Sonia Pincheira, y sus hijos Pablo y Andrea, así como sus nietos. Sus restos mortales serán velados en la parroquia San Agustín, Castellón 254.