El pasado viernes, en el Teatro Universidad de Concepción, se realizó la celebración del Trabajador Universitario. En esta ceremonia se entregaron medallas a seis funcionarios de la Facultad de Ciencias Sociales. Cinco de ellos fueron distinguidos por sus 25 años de servicio, mientras que uno fue galardonado por 30 años de trabajo en la casa de estudios.
Una de las trabajadoras que fue homenajeada en esta solemnidad –que se realizó por motivo de un nuevo aniversario de la casa de estudios- fue Felisa Villegas, secretaria del Departamento de Trabajo Social de la UdeC.
Felisa arribó al departamento de Servicio Social (que en ese tiempo pertenecía a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales) en 1991 para cursar su práctica profesional de Secretaría en Español en Manpower. Luego de tres intensos meses, donde resaltó por su constancia y dedicación, fue contratada por las autoridades de la época.
Desde su llegada a la UdeC, la encargada de administración ha tenido que lidiar con cambios de oficina, ha festejado el merecido cambio de nombre de la carrera y ha observado cómo los estudiantes se convierten en profesionales con sentido crítico y con capacidad para mejorar la realidad de las personas. Todas esas experiencias han permitido que Felisa se haya enamorado de su profesión y la motivan a seguir entregado sonrisas.
“Creo que soy una de las pocas personas que puede afirmar que está donde le gusta. A mí me encanta mi trabajo y en todas partes lo digo. Pienso que no pude estudiar otra carrera o trabajar en otra cosa porque me fascina lo que hago. Además, en este lugar, recibo mucho cariño. Este aprecio se manifiesta cada vez que me encuentro los estudiantes o egresados en la calle y me saludan, me abrazan o me expresan abiertamente su afecto. Asimismo, en este trabajo he podido hacer amigos y participar en diversas actividades extraprogramáticas. Estoy muy agradecida”, indicó.
La “Feli”, como es apodada por sus colegas, profesores y estudiantes, también se refirió al homenaje que recibió en el Teatro UdeC. “Yo no le había tomado mucho peso a esta ceremonia y la entrega de la medalla por 25 años de trayectoria. Sin embargo, debo reconocer que fue un acto súper bonito y emocionante. Fue como retroceder al tiempo que yo llegué. No puedo creer que haya pasado tanto tiempo”, sentenció una de las funcionarias más queridas de la unidad académica.