Investigadores UdeC liderados por académica de Antropología abordan las subjetividades de jóvenes universitarios en tres regiones de Chile.

El equipo, liderado por la Dra. Andrea Aravena, indaga en las experiencias y las formas de comprender la realidad de universitarios de Concepción, Valparaíso y Santiago en un escenario post pandémico.

Mediante un extenso trabajo de campo en las tres ciudades, con más de 200 participantes, el equipo de investigación ha recolectado datos en torno a temáticas como las identidades juveniles, imaginarios de futuro, bienestar y salud mental, consumo mediático y nuevas tecnologías. A través de entrevistas y grupos de discusión, se han logrado establecer diferentes patrones de subjetividad expresados en los relatos y que dan cuenta de un pensamiento determinado por factores de género, clase y experiencias de vida.

En el marco del proyecto, siguiendo los desarrollos teóricos del Dr. Manuel Antonio Baeza, quién además es co-investigador, se ha entendido la subjetividad como la capacidad de los seres humanos de significar ideacionalmente, los elementos materiales e inmateriales que se encuentran en nuestro entorno, incluyendo a otros seres humanos. Del mismo modo, los imaginarios sociales se han comprendido como un conjunto de significaciones socialmente compartidas que las sociedades crean en medio de su propia praxis social, en este caso, la de jóvenes universitarios que hayan ingresado a la educación superior desde 2020 en adelante.

El escenario post-pandemia es el telón de fondo de la experiencia universitaria de los jóvenes que han participado en el estudio, quienes tuvieron que vivir eventos de alto impacto histórico, social, cultural, económico y político en nuestro país, como el estallido social, la pandemia de covid-19 y el proceso Constituyente. Este contexto marca una ruptura en la continuidad histórica de la socialización en etapas clave para las y los jóvenes, como el cierre de la educación secundaria y/o el inicio de la educación universitaria.

Futuro incierto

De los primeros hallazgos del estudio, destaca los relatos contenidos en la categoría denominada como construcción del tiempo futuro, aquí, los estudiantes describen el porvenir como un escenario de alta incertidumbre a nivel personal, profesional y social, en el que los factores económicos, sociales y medioambientales operan como ámbitos de una crisis global que limita las aspiraciones y expectativas de nuestros jóvenes.

Así lo relata una participante del estudio en relación a su futuro profesional, “tenía esa incertidumbre de que mi carrera era muy práctica, y en esta nueva carrera decían que por la pandemia no podríamos tener la práctica laboral, pero fueron los avatares de esa época en realidad. Más allá de desconfiar en cómo lo iban a resolver los docentes, era porque sentía que después iba a salir de la universidad y me sentiría en pañales”.

No quiero ser mamá

Vinculado a lo anterior, se ha identificado una tendencia a postergar o negar la posibilidad de la maternidad ante la incertidumbre que ofrece el futuro. Además, en los discursos de las jóvenes emerge una crítica a la distribución sexual de las tareas de cuidado que se aprecia con claridad en los relatos de sus experiencias familiares. Al respecto, La Dra. Aravena, investigadora responsable del proyecto comentó “estuvimos analizando un grupo de discusión de Concepción, realizado con perspectiva de género, y algunas de ellas decían que no querían tener hijos, basadas en su experiencia a partir de sus madres y abuelas quienes no habían podido trabajar por el hecho de criar a sus hijos, y que luego habían empezado a trabajar pero que al momento de jubilarse tenían 1 millón de pesos en la AFP, lo que les significaba 1 pensión de 5 pesos al mes o que les pagaran ese millón. Entonces las estudiantes veían muy difícil compatibilizar las funciones de cuidado doméstico con el ejercicio de una carrera profesional o con el mundo laboral, donde además se ha discriminado a las mujeres por tener hijos pequeños, o incluso les resulta más difícil encontrar trabajo por son un «cacho» desde el punto de vista laboral. Lo anterior evidencia la falta de apoyo de la sociedad a las tareas reproductivas y de cuidado doméstico que impactan directamente en la baja de la natalidad creciente entre la población chilena”, concluyó la Antropóloga.

Perfil individualista

Otro de los elementos significativos que se han logrado identificar en el proceso de análisis de los datos es una tendencia hacia el individualismo, como actitud defensiva frente a la adversidad o incertidumbre que perciben los jóvenes. Esto se aprecia en la ausencia de un proyecto colectivo de sociedad. Lo que se observa es una orientación hacia el desarrollo de condiciones materiales e inmateriales para el bienestar individual, de la mano de una gestión de los conocimientos adquiridos en la formación universitaria y de los recursos propios, así lo plantea otro de los participantes de las entrevistas “Entonces yo creo que ese fue un cambio muy drástico darse cuenta que ahora sí que todo depende de mí, cómo me va a ir más adelante también cuando la gente busque arquitectos… Cuando la gente busca un profesional busca alguno que tenga buen rendimiento y espero ser uno con buen rendimiento cuando salgo”. 

Yo despierto con el teléfono en la mano.

Sin duda, la tecnología y los usos que los jóvenes hacen de ella constituye un eje temático de mucha relevancia en el estudio, ya que se ha observado que estos tienen un lugar preponderante en sus vidas y quehacer cotidiano, incluyendo los ámbitos de las relaciones interpersonales, académico y uso del tiempo libre. En este ámbito, se observa que el nivel socioeconómico afecta esta disposición hacia la integración de las TICs. “Para mí la tecnología es indispensable, in- dis- pen- sable. Yo me considero una persona geek de esos que son amantes de la tecnología y yo al colegio llevaba el ipad, al colegio llevaba al computador, el teléfono lo uso para todo, sobre todo ahora que está todo el tema de la inteligencia artificial y todo eso. Para mí la tecnología es indispensable, hasta mi casa la tengo Smart home. O sea la tele que se enciende sola, con humidificadores, con sensores en las puertas, con las luces que se encienden y se apagan con la voz o sea para mí completamente amante de la tecnología y en cuanto a cómo lo uso”.

Más allá de los hallazgos particulares, el estudio ha permitido visualizar cómo se han transformado las identidades y las visiones del mundo de nuestros jóvenes universitarios en este complejo periodo. En esta etapa del trabajo, el equipo se encuentra finalizando los análisis del material recopilado en los grupos de discusión realizados en las tres ciudades y preparando la presentación de los informes de investigación, junto a la elaboración de artículos científicos y ponencias para congresos nacionales e internacionales.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email