Un total de 34 profesionales recibieron el grado de Magíster en Trabajo Social y Políticas Sociales en una emotiva ceremonia efectuada en el auditorio Salvador Gálvez de la Facultad de Ingeniería UdeC.
Esta instancia comenzó con el discurso inaugural del Dr. Bernardo Castro, decano de la Facultad de Ciencias Sociales, quien felicitó a los nuevos especialistas y los invitó a seguir el camino del perfeccionamiento académico para potenciar los alcances de las políticas sociales.
“Además de destacar el logro que alcanzan hoy, quiero agradecer la confianza que tuvieron con nuestra institución y quiero resaltar al equipo de profesores y profesoras que se dedicó entero por sacar adelante este magíster. Quiero que sepan que esta universidad, su alma mater, siempre los va a acoger cuando ustedes lo necesiten y que también espero que cada uno de ustedes pueda aportar de manera creativa a las políticas sociales. En una sociedad tan desigual como la nuestra, con tanta discriminación, con tanta injusticia, se hace necesario que el aporte sea en la línea propositiva y aumentando los niveles de esperanza y motivación con las personas que trabajamos. En ese sentido, el mejor aporte que podemos hacer desde las ciencias sociales y el trabajo social es ir generando una nueva dimensión humana y un nuevo clima emocional en el trabajo que realizamos”, expresó el Dr. Castro.
Tras las palabras del decano y las intervenciones del Dr. Gustavo Castillo, director del Departamento de Trabajo Social, y la Dra. Daisy Vidal, directora del Magíster en Trabajo Social y Políticas Sociales, se procedió a la entrega de diplomas y presentes a los nuevos graduados del programa de postgrado más antiguo de la Facultad de Ciencias Sociales.
La solemnidad finalizó con las reflexiones finales de Danitza Figueroa, la representante de la nueva generación de egresados del Magíster Trabajo Social y Políticas Sociales.
“Me alegra celebrar y compartir la satisfacción de culminar una etapa de desafíos académicos, profesionales y personales que, sin duda, han dejado experiencias y aprendizajes significativos que me acompañarán todos los días de mi vida. El magíster dejó recuerdos y amistades inolvidables. Recuerdo con emoción cada uno de esos viernes y sábados. Muchos veníamos a clases después de extenuantes jornadas laborales, pero íbamos con la energía de hacer algo que nos apasiona y con esperanza de construir un mundo mejor. Destaco también la calidad de las personas que nos acompañaron en el proceso, como funcionarios y docentes, quienes no sólo se conformaron con entregarnos conocimientos en espacios de clases, sino que también nos compartieron buenas experiencias, mostraron una disponibilidad permanente para trabajar en largas jornadas, y nos transmitieron el amor por la profesión y la pasión por la investigación social”, sentenció.