Natalia Milla, académica de la carrera de Antropología, participó en las II Jornadas de Historia Mapuche, una instancia organizada por estudiantes del Magíster en Historia de la UdeC y que congregó a expertos que actualmente están desarrollando estudios e investigaciones en historia y ciencias sociales referidas a las problemáticas de territorio, memoria e identidad del pueblo mapuche.
La docente presentó y socializó algunos resultados de su investigación para obtener el título de antropóloga, que se divide en la compresión de las mujeres en contexto urbano y en territorialidad.
“Este trabajo es parte de una inquietud propia, ya que soy mujer mapuche y me interesó profundizar acerca de las diversas formas que componen las construcciones del ser mujer, entendiendo como base que no hay una sola forma de mujer mapuche y que -sin abandonar la tradición y la propia cultura- no se puede estar ajena a la verdad, a las tensiones, a los prejuicios y esencialismos que se le ha otorgado a las mujeres, casi como si fuesen una categoría única, exótica sin particularidades y sin ser reconocida como actoras activas, políticas, sociales, económicas y por supuesto tradicionales. Entonces, comprender cómo las mujeres mapuche que viven en las ciudades se construyen a diario en sus espacios y términos es una forma también de romper con una invisibilidad analítica y política”, explicó Milla.
Profundizando en su investigación, la antropóloga indicó que “comprendí que las mujeres mapuche en contexto urbano sostenían, en sus componentes o elementos que definen su identidad mapuche, la presencia potente del territorio de origen, histórico y ancestral como un componente central a pesar de no vivir o no haber nacido ahí en sus tierras de origen. En tanto, el viaje a este territorio, al campo desde la ciudad, en este caso desde Concepción, se ha transformado en un desplazamiento, en una estructura que permite la permanencia de la territorialidad, el viaje permite una permanente unión entre la mujer, su territorio de origen, su familias, sus ancestros y su vida actual en la ciudad. Este viaje es un desplazamiento político, ya que tiene una función, un propósito, un objetivo de recuperación y de revitalización de a propia cultura. El viaje siempre ha sido una práctica en la sociedad mapuche, a través de su historia, una práctica que refleja cómo el territorio no sólo es un espacio que contiene las necesidades próximas de un pueblo, sino como el territorio es un espacio de significación, apropiación y de identificación. En este caso, para las mujeres, sus identidades se componen de este territorio despojado y lejano, pero se actualiza y revitaliza a través de este viaje. Por otro lado es importante también comprender cómo se enfrentan las personas mapuche a la diáspora, a lo urbano, a la pérdida y a la recomposición de su cultura y, así, su proyección y continuidad»
En relación a la importancia de esta actividad, la investigadora planteó que «el desarrollo de esta instancia refleja la emergencia e importancia de abrir espacios para la discusión y reflexión de estos temas que son de relevancia para todo el territorio. Estas jornadas son un antecedente, una ruptura, una antesala para seguir reconstruyendo la historia silenciada y los diferentes hechos sociales y culturales que han sucedido, tales como los que se han tratado en esta jornada: procesos ligados a la identidad, a la migración, a la reetnificación en lo urbano, a la organización colectiva, a las múltiples estrategias de resistencia de identidad, el género, la juventud mapuche, el territorio, entre otros. Hay muchos esfuerzos de parte de académicos y académicas, investigadores e investigadoras mapuche a nivel de todo el territorio, precisamente desde la vereda de levantar espacios de poder propio y en la vereda de producir conocimientos que efectivamente aporten a un proyecto de descolonización y, también, aporten a la lucha por la autonomía de nuestros propios conocimientos y capacidades de producirlos».