Por primera vez en la Universidad de Concepción, y como una medida estratégica de nivelación, se está aplicando una prueba de diagnóstico a los alumnos de primer año, examen que esta semana está siendo rendido en nuestra facultad.
Desde hace varios años la UdeC constata una problemática relacionada con los niveles heterogéneos de ingreso a la universidad y como estos repercuten en los resultados académicos de los estudiantes. Es por ello que, como una manera de enfrentarlos, han surgido varias estrategias o programas paliativos. En este último punto nuestra facultad participó activamente colaborando en la elaboración de un cuestionario piloto y su posterior aplicación en papel. Fue precisamente esta evaluación la que permitió que hoy se aplique en nuestra casa de estudios, un diagnóstico dirigido a los cinco mil jóvenes que ingresaron a primer año en 2014.
El proceso actual, que en Ciencias Sociales ha sido aplicado durante esta semana, consta de dos partes. Por un lado están los cuestionarios sobre hábitos de estudios y otras índoles (que es precisamente el que fue piloteado hace dos años en la facultad), y en segundo lugar están las cuatro pruebas, de comprensión textual, matemática, biología y física, siendo obligatorias las dos primeras para las cinco carreras y agregando física en el caso de antropología.
Si bien la medida está siendo aplicada en toda la universidad, la Dirección de Docencia depositó la organización en cada facultad, encabezando la nuestra la vicedecana, profesora Cecilia Bustos, quien ha estado trabajando en conjunto con los jefes de cada carrera. Es así como se ha sostenido esta iniciativa que busca mejorar los resultados académicos y conocer el perfil de ingreso de los alumnos, para optar por medidas de nivelación. “A pesar de que existe convicción de que estas son deficiencias del nivel secundario, no hay otra solución que enfrentarlas, y en la medida en que las universidades lo hagan, tendrán mejores resultados”, sostiene la vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales. Además la académica agrega que llevar a la práctica este proceso y coordinarlo, ha sido complejo. “Nosotros nos reunimos, buscamos un lugar y eso ha significado una serie de esfuerzos. Por ejemplo el Departamento de Comunicación Social no tiene clases esta semana en su laboratorio. Estamos intentando suspender clases al mínimo, entonces también los horarios son en función de las clases de primer año”.
La meta de la universidad es llegar al 100% de los estudiantes, que en el caso de nuestra facultad serían alrededor de 300 alumnos. Sin embargo, hay factores externos que podrían dificultarla como por ejemplo que muchos jóvenes llegan y aún no tienen su correo electrónico activado, lo que claramente los deja fuera del sistema al ser este una prueba online (desarrollada por la DTI). Por otro lado hay que explicar muy bien a los estudiantes que se trata de un examen diagnóstico y que por ende no es evaluado, para que eviten copiar o tomarlo muy a la ligera.
Resultados y soluciones
Como toda medida implantada tras descubrir una problemática, esta prueba busca proponer soluciones en función de los resultados detectados.
Se llegará a un primer informe que será entregado a cada estudiante, en el cual se presente su propio resultado con datos comparativos, ya sea con sus compañeros o a nivel de universidad. Posterior a ello, la idea es que los casos que detecten mayores dificultades, ingresen a alguna asignatura adicional. Por ejemplo en matemática habrá un soporte online con ejercicios, y en el caso de las otras ramas, se pretende buscar medidas complementarias. Si bien en este primer periodo las soluciones paliativas serán voluntarias, se espera que tras una segunda aplicación sean medidas remediales obligatorias, en donde el jefe de carrera conozca los resultados y posterior a ello, pueda inscribir a quienes presenten dificultades, en programas o medidas de nivelación. De este modo los alumnos podrían trabajar contenidos débiles y luego seguir avanzando a la par con sus compañeros.