En una ceremonia cargada de emoción, el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Concepción despidió a la nueva generación de profesionales que se formó en sus aulas.
En esta oportunidad, un total de 40 trabajadores y trabajadoras sociales tuvieron la oportunidad de subir al escenario del Teatro Universidad de Concepción para recibir el certificado de título en manos de sus seres queridos y la merecida aclamación de colegas, docentes y el público que repletó la solemnidad.
El discurso inaugural de esta jornada de despedida estuvo a cargo del Dr. Gustavo Castillo, director del Departamento de Trabajo Social, quien invitó a sus nuevos y nuevas colegas a mantener la rigurosidad disciplinar y el entusiasmo por incrementar los niveles de bienestar de las personas.
“Muchas veces es triste decir adiós, pero no en este caso, en donde se nos infla el pecho y no tenemos más que sentimientos de alegría y enhorabuena para ustedes y los grandes desafíos que vienen por delante. Y cuando hablo de desafíos no sólo me refiero a conseguir un trabajo y ejercer la profesión por la que han sufrido, llorado y reído, sino que me refiero a lograr transformar -con su trabajo, con su intervención, con su investigación, con sus propuestas, con sus nuevas formas de hacer y de ser en el trabajo social- la realidad de miles de personas, generar un cambio real en nuestra sociedad y por sobre todo, velar por mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas que nos rodean y las comunidades en las que nos desenvolvemos. El trabajo social, como disciplina científica y como profesión, está en constante transformación, crítica y evolución. Y ustedes queridas y queridos colegas, son los llamados y llamadas a responder a esas nuevas encrucijadas, nuevos desafíos y enfrentar la búsqueda de nuevos caminos en pos de responder a dichas transformaciones, modificaciones y mejoras”, expresó el académico.
La jornada también contó con las conmovedoras palabras de la profesora Claudia Quiroga, jefa de carrera de Trabajo Social, quien fue elegida por el plantel docente para despedir a los egresados y las egresadas.
“No olviden que el logro que actualmente celebran es un momento de muchos que quedan por festejar, por eso les insto a que puedan seguir buscando otros caminos que les entreguen nuevos momentos y nuevas alegrías. Espero que sigan estudiando, descubriendo y aportando a un mundo que les espera con los brazos abiertos, a un mundo que cambia cada día y que requiere de profesionales de excelencia, pero a personas de excelencia. En ese sentido, deseo que no sólo aumenten sus conocimientos, crezcan en espíritu, en amabilidad, en respeto y solidaridad, sino que no permitan que el sistema los lleve a ser igual al resto y que sigan portando con orgullo el legado de la Universidad de Concepción, tal como hoy lo llevan en su solapa”, expresó.
Tras las palabras de la profesora Quiroga, se efectuó el momento más esperado por los presentes: la entrega de certificados y reconocimientos.
En esta oportunidad, el premio Ana Libia Ivonne Aravena González (instaurado desde 1985 para reconocer el mejor rendimiento académico) fue para Rosario Rivera Villegas y Francisca Araya Caroca. El premio Desarrollo Integral, en tanto, recayó en Paula Jofré Contreras.
Pero eso no fue todo, ya que los nuevos y las nuevas profesionales aprovecharon la instancia para homenajear a las personas que tuvieron un papel trascendental en su proceso de formación: las secretarias Felisa Villegas (dirección del Departamento de Trabajo Social) y Paulina Silva (jefatura de carrera), y los auxiliares Rodrigo López y Carlos Macaya.