Última semana de vacaciones anticipadas: ¿Cómo beneficiar la salud emocional de niños y niñas?

Por Natalia Ulloa Vidal, Magíster en Psicología de la Salud UdeC, ejecutora del Programa Habilidades para la Vida de Junaeb (Penco) e integrante del Programa Día a Día UdeC.

Durante este último tiempo, niños y niñas, al igual que nosotros/as como adultos/as, se han visto enfrentados a constantes y repentinos cambios en su vida habitual. Su primer desafío fue la educación en casa, si es que esta fue posible, acostumbrarse a ello lejos de amigos/as y profesores/as; y junto a esto las preocupaciones propias que pudiesen tener frente a la actual crisis sanitaria.

Estos cambios, más el verse nuevamente de vacaciones, en un periodo que no es el habitual, pudiese afectarles especialmente en su conducta, emociones y pensamientos. Como adultos responsables de su cuidado es posible que también nos veamos sobrepasados y no sepamos cómo atender a las necesidades de los más pequeños, los que sin duda requieren de nuestra atención y contención.

Para favorecer su bienestar es necesario generar un contexto estable y predecible. Y para eso existen algunas ideas que pueden contribuir en estas vacaciones:

  • Es importante que niños y niñas sientan que es un periodo de descanso y recreación. Por esta razón, es necesario que tomemos estos momentos para bajar tensiones escolares. Cualquier tarea o trabajo que haya quedado pendiente es preferible dejarla para el retorno a clases.
  • Respondamos a sus dudas y preocupaciones cada vez que sea necesario, siendo sinceros/as y utilizando un lenguaje acorde a su comprensión. Es probable que aún tengan cuestionamientos sobre este periodo excepcional de vacaciones o sobre la crisis sanitaria.
  • Pese a las dificultades es una gran oportunidad para generar vínculos y recuerdos positivos de esta época. Jugar diariamente con niños y niñas nos puede ayudar con esto, dejando que ellos y ellas dirijan el juego y otorgando tiempo exclusivo para cumplir con lo indicado. ¡Con sólo 10 minutos basta!
  • Que la creatividad y goce sean protagonistas en esta época. Generemos momentos de disfrute familiar, recordemos nuestras mejores épocas de infancia y dejemos volar nuestra imaginación con cosas disponibles en el hogar: concursos de baile y canto, campamentos con sábanas, laberintos con cajas de cartón y tardes de pintura son algunas ideas.
  • Estas actividades permiten mantenernos atentos y atentas a su mundo emocional y generar espacios para hablar de lo que sienten. Si pensamos en niños pequeños es posible que no sepan explicar lo que les pasa, pero nosotros sí podemos verbalizar lo que vemos en ellos utilizando frases como: “Veo que te estás enojado” o “me doy cuenta que te alegra”.
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