El pasado 17 de diciembre, el comedor comunitario de Boca Sur fue escenario de una significativa actividad liderada por la profesora Katia Valenzuela y los estudiantes del curso electivo de Investigación Acción Participativa. Durante la jornada, se entregaron dos importantes donaciones: una de alimentos y otra de carácter monetario, destinadas a las vecinas que gestionan y administran este espacio solidario, esencial para la comunidad local.
Desde 2017, la Dra. Katia Valenzuela, docente del Departamento de Sociología, ha implementado esta metodología en Boca Sur, promoviendo un enfoque de trabajo situado y comprometido políticamente. Según la profesora, esta asignatura busca romper con la lógica extractivista de la investigación social, permitiendo a los estudiantes involucrarse directamente con las comunidades y aplicar técnicas colaborativas en terreno.
Una experiencia transformadora para los estudiantes
Camila Infantes, estudiante de sociología, destacó la importancia de aprender en terreno y el impacto de trabajar con el comedor comunitario. “Fue una oportunidad bastante buena. Como sociólogos en formación, es esencial estar donde las papas queman”, comentó.
Camila subrayó también los desafíos y aprendizajes del curso, enfatizando que no solo se trató de aprender, sino de aportar a las vecinas que enfrentan condiciones complejas.
La visión desde la comunidad
Luciana Huenchuleo, vecina de Boca Sur y una de las encargadas del comedor, valoró el apoyo recibido por parte de los estudiantes y la universidad. “Ha sido un gran aporte en un momento donde todo está más caro y complicado. La constancia y el trabajo de las estudiantes han sido muy valiosos para nosotras”, expresó. Luciana también resaltó las dificultades diarias que enfrentan, como la falta de recursos y el desgaste físico y emocional que implica mantener el comedor funcionando.
Por su parte, Gilda Fuentes, quien asiste al comedor para obtener alimentos para su familia, calificó el apoyo como una “bendición” y expresó su deseo de que más personas se sumen a ayudar a iniciativas como esta.
El compromiso de largo plazo
La Dra. Valenzuela destacó que este tipo de actividades no solo buscan generar conocimiento, sino también impacto tangible en las comunidades. “La investigación no puede quedar solo en un papel; debe convertirse en acción”, afirmó, subrayando la importancia de trabajar desde una perspectiva comprometida y colaborativa.
Este esfuerzo conjunto entre la universidad y la comunidad de Boca Sur refleja cómo la academia puede ser una herramienta para generar cambios positivos, contribuyendo a atender necesidades urgentes y a fortalecer el tejido social.
